El primer sitio que visitamos fue la catedral de Notre Dame, que si bien iremos mañana a visitarla con más tiempo, hoy nos cogía de camino y paramos para echarnos la foto... Camino del Pompidou cruzamos el Sena y además de Notre Dame dejamos atrás el reloj más antiguo de París, la Santa Capilla y la Concieergerie (edificio a los pies del Sena que antiguamente se utilizaba como prisión para altos personajes de la nobleza, precisamente fue el lugar donde Marie Antoniette pasó sus últimos días antes de ser dirigida a la Concordia para proceder a su guillotinamiento) y la Torre de San Jacques...
Llegamos al Pompidou, uno de los museos más importantes de París tras el Louvre y el museo de Orsay... El Pompidou se caracteriza por ser un museo de arte comtemporáneo y muy modernista, tanto que fue un edificio revolucionario cuando se construyó ya que rompía con toda la tradición arquitectónica de los edificios de París; en principio se construyó para una exposición universal con la idea de desmontarlo después y volverlo a montar en otras exposiciones universales, pero el éxito fue tal que se quedó de forma permanente en París... La principal característica de su arquitectura es que es un edificio diseñado al revés sacando hacia afuera y dejando a la luz todas las estructuras que los edificios suelen llevar escondidas (tuberías, conducciones de gas, de electricidad, de calefacción y aire acondicionado...).
Tras la comida en los alrededores del Pompidou, nos desplazamos en metros hacia una de las visitas más alejadas del centro de París. el barrio de Montmartre, donde pasamos la tarde y pudimos visitar el famoso Moulín Rouge y pasear por los lugares que sirvieron de escenarios para la película de Amelie; igualmente pudimos también disfrutar de las vistas de París que nos ofrecen los pies del Sacré Coeur o Sagrado Corazón, uno de los puntos más altos de la ciudad...
Y así transcurrió nuestro tercer día en París... el tiempo parece que no, pero vuela...
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